Lo que os espera siervos de la pantalla…

Hace poco leía un artículo de RRSS en MarketingDirecto sobre un reciente estudio realizado por Hijosdigitales, que sostenía que hoy en día, «El 30% de los usuarios invierte 3 horas al día en las redes sociales´´.  Un dato que en mi opinión parece hasta falso o distorsionado. Incluso yo he llegado a estar más de 3 horas algunos días. Aunque supongo que estar utilizando Facebook no es lo mismo que tenerlo simplemente abierto, mientras leo artículos interesantes sobre ciencia y teorías humanistas… XD

Pero bueno, dejando de lado esta increíble tasa de pérdida de tiempo, característica de la nueva era digital, creo que lo realmente importante, es sacar a relucir el tiempo que pasamos delante de la pantalla. O al menos reflexionar sobre ello.

Y no solo estamos pegados al ordenador durante horas, sino también a la famosa televisión o al móvil. Por no mencionar a los que disponen de un Ipad o algo parecido. Es el no va más. Por cierto, digo Ipad por que es de Apple; futura nueva religión de las siguientes generaciones, e hija del nuevo Dios todo poderoso, Steve Jobs. Que maravilla! Quiero ser como el ex-CEO de Apple!

Entráis en el metro, y si os fijáis, ya casi nadie habla… todos enganchados a sus móviles. En los bares y en las familias lo mismo… zombis. Solo falta que les salga una boca a los móviles, y esos pequeños hijos desagradecidos les darían de su propia comida con tal de alimentar a sus neo-tamagochis. Ay si fuera padre… una buena hos…!

Pero si hasta he visto parejas cenando el día de San Valentín, mientras miraban ambos sus respectivos smartphones. ¡Lamentable! Osea, ya es deplorable  creerse y actuar bajo los cánones que dicta esa inventada fecha del consumismo. Pero encima hacer explícito que el amor de la pareja es también una mentira, sujeta a lo que la tradición comercialista manda… Es directamente irracional; inhumano.

No me cuesta fantasear algunos días con lo que los humanos podemos llegar a convertirnos en el futuro. Creo que esa adicción a las pantallas y el consecuente tiempo que pasamos delante de ellas, tendrá un efecto transformista en nuestro aspecto humano tal como hoy lo conocemos. Se producirá una metamorfosis al más puro estilo Kafkiano, con la que nuestros ojos se harán más grandes… Las pupilas se agrandarán al mismo tiempo que el iris se ovale, y aparecerán muchos más nervios y venas, extremadamente dilatados y tintados de un rojo intenso. Además de unas ojeras enormes, ya de por sí dilatadas fruto del estrés diario.

Nuestra tez se teñirá también de un color un poco más pálido de lo que suele ser hoy en día. Ya sea por los efectos de la polución lumínica producida por la multitud de pantallas, o por el tiempo que pasamos encerrados en nuestras cuevas, en la oscuridad, mirando por esas ventanas digitales…

Que decir de nuestro cuerpo… Para empezar, lo más normal es que nuestra columna vertebral se doble un poco al estar encarando todo el día en nuestras sillas. De hecho algo que ya de por sí también se empieza a producir, por la forma en que llevamos colgadas las mochilas desde bien jóvenes. Pero ese es otro tema.

También podría ser posible una deformación en los antebrazos, al tenerlos apoyados tanto tiempo encima del escritorio. Que se yo, quizás se hagan más anchos y planos…

No me quiero adentrar más en teorías de posibles transformaciones de nuestro cuerpo, por culpa de esta nueva «enfermedad´´ del siglo veintiuno. Al fin y al cabo, no soy pariente de Darwin ni estudio bio-sociología.

Simplemente quería reflexionar, y con ello hacer que todo el mundo lo haga, sobre lo que está pasando en nuestro modo de actuar y comportarnos hoy en día. Algo que implica irremediablemente, el uso de las nuevas tecnologías; y la implacable presencia de todo tipo de pantallas en nuestra vida.

Y si, es paradójico que esté escribiendo esto a través de mi Mac, y difundiéndolo a través de mi cuenta de WordPress. ¿Que pasa? ¿Nunca habéis visto a un hipócrita?

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